Hoy se cumplen 121 años del nacimiento de esta compositora francesa.
Germaine Tailleferre
Saint-Maur-des Fossés, 19 de Abril de 1892 – París, 7 de Noviembre de 1983
Manifestó un temprano talento hacia la improvisación al piano y una apasionada inclinación hacia la música que chocó de frente con el rechazo de su padre, que no le permitía acudir al Conservatorio de París a formarse.
Su inseguridad como intérprete ante un auditorio atento a sus gestos y la confianza que le dieron los elogiosos cumplidos de Erik Satie, que la presentó generosamente como su «hija musical», hicieron que se decantara por la composición.
Perteneció al grupo de compositores franceses que, en los primeros años del siglo XX, llenaron de aire fresco las salas parisinas y fue la única mujer del inconsistentemente llamado grupo de los seis, al que también «no pertenecieron» Poulenc, Milhaud y Honegger.
Su música fue interpretada por grandes figuras como Alfred Cortot, Marguerite Long, Arthur Rubinstein, Ricardo Viñes o Jacques Thibaud. Su sonata para arpa está dedicada a Nicanor Zabaleta.
Tras su matrimonio con el ilustrador Ralph Barton, vivió en Estados Unidos, donde sus obras orquestales fueron dirigidas por algunos grandes como Koussevitzky, Mengelberg o Inghelbrecht.
Escribió música coral, instrumental y para la escena, parte de esta última, derivada de su relación con creadores de otros ámbitos artísticos. En los últimos años escribió también para documentales.
Recibió como estudiante varios premios en armonía y composición y agradeció siempre los consejos que (desde su innata discreción) le dio Ravel, cuya amistad tuvo el privilegio de disfrutar. En su madurez fue laureada con la Legión de Honor y el Gran Premio de la Academia Francesa de Bellas Artes.
En la segunda mitad de su vida, sintió la llamada de la docencia y escribió varias piezas con intenciones didácticas. Vivió el mundo de la educación de cerca, siendo profesora en la Schola Cantorum y en la École alsacienne.
Y para escuchar a Tailleferre, unos ejemplos pianísticos, llenos de colores, como la Pieza en forma de samba…
…de aromas, como estas Flores de Francia…
…y de gusto plenamente francés, como el combinado Concertino para arpa y piano:
Disfrútenlos.
los colores de la música 